Santiago / Gastronomía
"Emprender es un camino que se hace de repente en la oscuridad, pero hay luces y hay que buscarlas. Los fondos estatales son importantes, pero también la ayuda de otros emprendedores. Anímate, emprende y sigue, y hazle caso a tu corazón", aconseja Rayen a las futuras empresarias.

Rayén Campusano

LIBERTÉ CHOCOLAT

En 2014, mientras saboreaba un exquisito chocolate en una chocolatería de Bruselas, Rayen Campusano se preguntó por qué solo algunos pocos tenían acceso a esa sensación única que provoca el chocolate de calidad. La joven abogada, que por entonces consolidaba su carrera profesional pero se sentía agobiada por la estructura y los problemas de género de su profesión, encontró en ese momento de inspiración belga el germen de lo que sería su futuro emprendimiento. "Me enamoré de las chocolaterías de Bruselas y me pregunté por qué el chocolate de calidad no era accesible en mi país. Ahí nació el concepto de democratizar el chocolate de calidad", recuerda la empresaria. De vuelta en Chile, la idea no la dejaba dormir. Daba vueltas en su cabeza hasta que en noviembre de 2015 decidió actuar y se hizo realidad: nacía Liberté Chocolat. Comenzó elaborando artesanalmente en su departamento, con apenas un par de productos. Pero la gran recepción de sus creativas elaboraciones hizo crecer rápidamente el negocio. En 2015 se adjudicó el fondo Capital Abeja Emprende de Sercotec, recursos que le permitieron formalizar su empresa y recibir capacitación para profesionalizar su emprendimiento. "Capital Abeja es una hermosa manera de poder empezar. Emprender no es fácil, necesitamos tripas, necesitamos corazón para poder hacerlo", reflexiona Rayen.
Llegó el momento de las decisiones difíciles: tuvo que abandonar su trabajo como abogada y la estabilidad económica para volcarse completamente a hacer crecer Liberté. "Si quieres celeste, que te cueste", se decía mientras tomaba la determinación de dedicarse cien por ciento a su sueño. El camino no estuvo exento de obstáculos. El estallido social y la pandemia pusieron a prueba su resiliencia, pero logró sobrevivir y consolidarse. Continuó creciendo con el apoyo del Centro de Desarrollo de Negocios Sercotec Santiago y se adjudicó otros fondos como Crece y Kit Digital, que le permitieron comprar maquinaria, materias primas y desarrollar su plataforma digital. Hoy, Liberté Chocolat es una empresa consolidada especializada en chocolates artesanales de alta calidad que da empleo a 8 personas. Cuenta con una tienda física en Ñuñoa donde ofrece cursos de chocolatería y catas, y se ha diversificado hacia productos corporativos. Su diferenciación está en el arte: los bombones Galileo son pintados a mano uno por uno, inspirados en constelaciones y planetas. Siempre atenta a las tendencias, este año innovó con la tableta viral Dubái, desarrollando su propia receta en solo dos semanas. Fue una oportunidad que apareció en las redes sociales a la que le vio potencial y ha sido todo un éxito, llegando a vender hasta 60 unidades diarias. También ofrece opciones veganas y su chocolate caliente, elaborado con una receta familiar que se vende en cafeterías a lo largo de todo Chile.
Junio 2025
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